Comprueba tus valores en cada paso

Ser una persona orientada a valores es mucho más que ser una persona chévere: significa que tus acciones están conectadas con tu esencia.

Me explico: somos como una lechuga. Significa que tenemos varias capas, pero hay un núcleo central, la parte más interna del ser. La mayoría de las veces, nuestras relaciones, trabajo, estudio y las diversas formas en que interactuamos con el mundo se hacen desde la capa más superficial, que es básicamente lo que escribimos en nuestro currículum vitae.

Sin embargo, la principal fuente de energía está en el centro de nuestro ser, que está lleno de paz, amor, pureza y muchas otras maravillosas cualidades. Se esfuerzan mucho por entrar en nuestra interacción y ser parte de nuestras vidas, y eso se da través de valores.

Cuando permitimos que nuestros valores sean parte de nuestras vidas al moldear nuestras decisiones, las acciones resultantes estarán llenas de esas cualidades y la consecuencia será una vida plena. Entonces, ¿por qué no hacemos eso?

La primera razón es que estamos acostumbrados a actuar desde la capa exterior, y no es tan mala… ¡algunas manchas aquí y allá, eso es todo! La mayoría de las veces… Para cambiar esto necesitamos trabajar en nuestra actitud y nuestra conciencia, e ir profundamente, antes de tomar cualquier decisión y dar cualquier paso.

La segunda razón no es buena, pero vivimos en un mundo en el que los valores se han convertido en armas políticas. Ese es el ambiente que estamos viendo en las noticias y lo experimentamos cuando empezamos a conversar con otras personas. Tenemos que despolitizar los valores y eso empieza por no imponer nuestros valores a otras personas.

La tercera razón es que las personas no tienen acceso a su ser interior. A menudo se hace rezando, meditando o viviendo una vida espiritual. Además, aquellos que sí tienen acceso no siempre los implementan en sus vidas mundanas… están un poco volando en la luna… Lo mejor es empezar a usar alguna técnica para vivir esos valores y asegurarse de que también se conviertan en parte de la vida común normal.