Escoja la calma
Hay días que parece que TODO SALE MAL: llueve, al salir a la calle un carro te moja y no puedes cambiarte, tienes que ir a trabajar con una ropa mojada y sucia, el jefe no es nada simpático con tu causa y te amenaza sacar de la empresa, pierdes dos clientes, al regresar te das cuenta que no tienes ropa para trabajar al día siguiente…
Es muy fácil enojarse cuando algo así pasa. Ah, y ni
hablemos si otras personas te provocan negativamente…
Pero también es fácil escoger mantenerse calmad@. Sí, ¡es
fácil!
Lo único que tienes que hacer es que al surgir la
oportunidad de enojarse, detente un momento.
Ponle pausa a tu vida por un instante y reflexiona sobre
cómo realmente quieres sentirte. Puede que lo que esté pasando esté mal, pero
hay otras maneras para manejar eso como sonreír, reírse, entablar un diálogo,
aprender algo, enriquecerse internamente o ser asertiv@.
Además, piensa cómo la otra persona, si es el caso,
realmente quiere sentirse. Tal vez ella haya sido la responsable por tu tragedia, sin embargo al no enojarte, le
das un espacio para reflexionar también. Dicen en la India que un aplauso
ocurre con dos manos… si uno de los dos no se enoja, la ira se desvanece.
Aunque parezca fácil y justificado ir por el camino de la
ira, escoja la calma… por ti… por otros…
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