Para que no te aburras en tu trabajo: sé especial


Espero que la filosofía por detrás del ikigai te haya entregado mucho beneficio…

En algunos países, hablar que alguien es profesional indica que tiene un título universitario, pero la profesión es algo más profundo, que no se puede expresar claramente en un pedazo de papel.


Cuando trabajas dentro de tu profesión, profesas algo, es decir, estás afirmando tus creencias y tu percepción del mundo. Esta es la razón por la cual muchas de las antiguas profesiones estaban asociadas a una religión, creencia espiritual o mística.

La consciencia profunda en lo que la persona hacía generaba una energía muy especial. Ser arquitecto, cocinero o jardinero era como amoldar el mundo y transformar la realidad.

Sin embargo, hoy en día pocos suelen tener esa consciencia y, seamos honestos, aun los que piensan así no lo hacen todo el tiempo. Para recuperar esa energía perdida, hay una forma muy sencilla: despierta tu especialidad.

Sí, todos somos especiales en algo y todos somos únicos en alguna cosa, puede ser de grande o pequeño impacto. Pero es necesario que nos recordemos de esa especialidad, que no nos olvidemos qué nos hace diferentes de los demás.

La profesión bien desempeñada no solo te dará un ingreso financiero, sino que abrirá la puerta a tu apóstol interior: mostrarás un camino a otra persona y entregarás lo mejor de ti no a una empresa, sino a una causa mayor.

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