Creando un espacio sagrado
Todos deberíamos tener un espacio sagrado, un lugar único
donde solo nosotros y quienes queramos puedan estar, con el propósito que
designemos.
No es necesario mucho, incluso un pedazo de tu habitación
puede ser suficiente. Este espacio te dará el lugar ideal para que tus ideas
evolucionen, encuentres soluciones, te relajes o medites.
La razón de eso es el efecto de las vibraciones y
atmósferas. Las vibraciones surgen del colectivo de pensamientos presentes en
un espacio que puede ser tan pequeño como la silla en un transporte público… Un
ejemplo sencillo de vibraciones es cuando llegas a tu casa y sientes que tu pareja está perturbada
con algo.
El conjunto de vibraciones sumadas generan la atmósfera, o
el ambiente, de un lugar. Un ejemplo de atmósfera es la energía en una iglesia,
que hace que todos automáticamente bajen el volumen de su voz.
La parte física dependerá de ti y cómo te gusta – mucha
naturaleza o mucho color, velas, música, etc. – pero la parte más sutil es la
más importante. Aquí van unos pasos básicos que pueden ser seguidos:
- Ten un propósito claro antes de crear tu espacio. Puede ser para meditar, relajar o escuchar música, pero es clave que no solo lo tengas claro, lo respetes y hagas que otros lo respeten.
- Si vas a meditar ahí, es bueno hacer sesiones largas al comienzo, generando la energía que necesita el espacio. Después, creada la atmósfera, tus meditaciones serán más sencillas debido a esta práctica.
- Además del espacio físico, es conveniente que también establezcas unos horarios básicos, lo que ayudará en el proceso de vibraciones y la creación de una atmósfera.
- Crea acuerdos con otras personas que frecuenten este espacio, explicando para que sirve y consiguiendo de ellos su apoyo para que continúe.
- En la medida que sientas beneficio de este lugar, invite a otras personas a que lo frecuenten y también sientan su energía.
- Cambia. A cada tanto – por ejemplo, a cada año – revisa el espacio, agrega y quita cosas, hazlo sintonizar aún más con quien eres.
Para concluir, no olvide que el espacio solo te servirá
en la medida que te propongas hacerlo funcionar. Muy buenos deseos para que
todo salga bien…
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