El poder del NO
El SÍ es poderoso, como ya vimos en otro post. ¿Y el NO? Sabe qué: es igual o incluso más poderoso que el SÍ.
Es decir, cuando hablas NO en contextos como "no puedo", "no lograré", o de forma implícita como "es imposible", eso le da tanto poder a tu afirmación que realmente terminas NO logrando nada.
El poder del NO ha sido muy utilizado en la educación y en las reglas sociales, para impedir a las personas de hacer o ser lo que no deben y la comparación que me viene a la mente es la del circo de pulgas.
Cuentan que para hacer este espectáculo callejero, solían recoger muchas pulgas, poniéndolas bajo un recipiente redondo de metal. El salto de las pulgas hacía sonar el recipiente, pero pronto ellas aprendían que ya no podían saltar tan alto e iban graduando sus saltos hasta que el ruido se detenía; en este momento, su nuevo dueño lo único que tenía que hacer era remover el recipiente. Por alguna razón, ellas nunca más tratarían de saltar más allá del límite que ahora era inexistente...
El NO funciona de la misma manera a las "pulgas" humanas: cuando escuchamos miles de veces en un solo año la palabra NO en contextos que el SÍ funcionaría igual o mejor, el NO se convierte en este límite que nos impide ir más allá, a pesar de tener el potencial. Años después que el NO fue removido, el límite sigue y algo nos impide de hacer aquel viaje, abrir una empresa o realizar tal y tal acción.
La primera clave para quitar este límite es reconocerlo, entendiendo que es no que seas capaz de hacer algo, simplemente fue una situación circunstancial que no te permitió. Ahora ya lo puedes hacer y, bueno, empezar a dar saltitos más y más altos...
Si el NO es tan poderoso, liberarse del NO provoca éxtasis... Es una de las sensaciones sicológicas más fuertes que existen. Esta es la segunda clave: tener claro que la liberación es más poderosa y placentera que la limitación.
Pero, como notas, siempre va a empezar de ti. Aunque grupos e individuos te pueden ayudar, algunas veces ellos también se convierten en limitaciones sutiles.
Una de las maneras de "convencerse" es experimentar la meditación que, de todos modos, ya es un rompimiento de limitaciones, dándote experiencias que no existen en el plan físico sin tener que arriesgarse en algo más difícil. La técnica que aprendí se basa en considerarse un ser no-físico, un alma, y enfocarse en eso.
Así que te invito a brincar más alto y romper el recipiente del NO que te limita, experimentando la grandiosidad de ser amplio e ilimitado.
Es decir, cuando hablas NO en contextos como "no puedo", "no lograré", o de forma implícita como "es imposible", eso le da tanto poder a tu afirmación que realmente terminas NO logrando nada.
El poder del NO ha sido muy utilizado en la educación y en las reglas sociales, para impedir a las personas de hacer o ser lo que no deben y la comparación que me viene a la mente es la del circo de pulgas.
Cuentan que para hacer este espectáculo callejero, solían recoger muchas pulgas, poniéndolas bajo un recipiente redondo de metal. El salto de las pulgas hacía sonar el recipiente, pero pronto ellas aprendían que ya no podían saltar tan alto e iban graduando sus saltos hasta que el ruido se detenía; en este momento, su nuevo dueño lo único que tenía que hacer era remover el recipiente. Por alguna razón, ellas nunca más tratarían de saltar más allá del límite que ahora era inexistente...
El NO funciona de la misma manera a las "pulgas" humanas: cuando escuchamos miles de veces en un solo año la palabra NO en contextos que el SÍ funcionaría igual o mejor, el NO se convierte en este límite que nos impide ir más allá, a pesar de tener el potencial. Años después que el NO fue removido, el límite sigue y algo nos impide de hacer aquel viaje, abrir una empresa o realizar tal y tal acción.
La primera clave para quitar este límite es reconocerlo, entendiendo que es no que seas capaz de hacer algo, simplemente fue una situación circunstancial que no te permitió. Ahora ya lo puedes hacer y, bueno, empezar a dar saltitos más y más altos...
Si el NO es tan poderoso, liberarse del NO provoca éxtasis... Es una de las sensaciones sicológicas más fuertes que existen. Esta es la segunda clave: tener claro que la liberación es más poderosa y placentera que la limitación.
Pero, como notas, siempre va a empezar de ti. Aunque grupos e individuos te pueden ayudar, algunas veces ellos también se convierten en limitaciones sutiles.
Una de las maneras de "convencerse" es experimentar la meditación que, de todos modos, ya es un rompimiento de limitaciones, dándote experiencias que no existen en el plan físico sin tener que arriesgarse en algo más difícil. La técnica que aprendí se basa en considerarse un ser no-físico, un alma, y enfocarse en eso.
Así que te invito a brincar más alto y romper el recipiente del NO que te limita, experimentando la grandiosidad de ser amplio e ilimitado.
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