Reflexiones de un progreso interrumpido
En nuestro interior, hay una batalla constante de lo que eres y qué quieres volverte Cuando era adolescente, fue muy cercano de varios parientes que eran niños aún (incluso mi hermana, 18 años más nueva que yo) y un comportamiento siempre me llamó la atención: una pequeña manta a la que se quedaban tan apegados que no podían dormir sin ella.Aunque la mantita ya estaba sucia y rota, todavía se agarraban desesperadamente a ella.Yo, obviamente, nunca tuve ese tipo de problema... Entonces, observo que muchas de esas personas, muchos de nosotros, todavía no nos desapegamos totalmente de algo del pasado. Algo que nos tocó y movió, nos conmovió y derrumbó. Algo que tal vez haya tratado de destruirnos - y falló, pues estamos aquí, ahora mismo. Es la primera ironía que veo: algo que es malo, que es negativo y en vez de rechazarlo, "dormimos" con eso, pensamos y lo vivimos a diario. Algo ya pasó, pero seguimos estancados en ello. Un día, nos damos cuenta que la manta es