El poder de afrontar
Funciona junto con los demás poderes que ya hemos mencionado antes, pues no debemos afrontar lo que se puede tolerar o a lo que se puede adaptar. Enfrentamos las situaciones que realmente necesitan ser enfrentadas - situaciones donde mis principios y valores están en riesgo, o bien son consecuencias de mis decisiones tomadas.
Pero enfrentar no es luchar. Luchar es distinto; mientras cuando enfrentas, utilzando tu poder interno, lo haces desde adentro, usando una fuerza espiritual que no lastima a nadie y es básicamente una mezcla de determinación y coraje, cuando luchas usas tus sentidos físicos y tu fuerza externa, que normalmente lastima a alguien. Al menos a ti mismo.
Afrontar las situaciones es elevar tu autoestima, reconocer tu esencia espiritual y la perfección de la vida. Es aceptar las situaciones como son, pero no renunciar tus valores y principios.
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