Calmándose… se acerca una tormenta
Cuando llegan las tormentas, tendemos a dejarnos arrastrar por ellas. Después de todo, son más poderosas que nosotros... ¿o no?
Como civilización hemos creado varios medios y herramientas
para protegernos de esta increíble fuerza de la naturaleza y aunque esta protección
puede no ser perfecta, tiene un buen potencial.
Ahora, ¿qué pasa con las tormentas
de la vida? Como una pandemia, una crisis financiera, un divorcio,
problemas de salud, alguien querido que acaba de partir...
Utilizando el mismo enfoque, debería haber medios y
herramientas para protegernos del efecto de tales tormentas, y uno de ellos es
muy sencillo: simplemente cálmate.
La calma tiene un efecto profundo en la mente, al crear una
serie de pensamientos y emociones constructivas que nos protegen de los peores
efectos de las tormentas que estamos atravesando, que nos guiarán y evitarán
daños.
Por supuesto, no es fácil estar tranquil@ durante la
tormenta, pero practicando mucho, la calma acumulada funcionará bastante bien
durante las peores etapas de la crisis, surgiendo de forma natural.
¿Cómo puedes practicar la calma? Yo medito; otras personas
van a los cerros o a la playa, algunas prefieren estar en silencio un rato
todos los días, hay quienes les gusta orar.
Si bien los medios y herramientas serán diferentes para cada
uno, al generar una rutina en la que se valore, incluso se priorice la
experiencia de estar calmad@, la próxima vez que llegue una gran tormenta a tu
vida, estarás preparad@ y probablemente, serás capaz de ofrecer refugio a otros
también.
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