Una navidad muy distinta
Salimos con la gente, fuimos a hacer compras todos juntos, en lugares
llenísimos…
¿Historias del pasado? Este año es distinto…
O debería ser, con la pandemia todavía cubriendo el mundo
entero, como un océano manifestándose en diversas olas.
Los regalos tendrán que ser sanitizados – ¡oops! – y
privarse de besitos y abrazos…
Con todo esto, ¿podemos realmente llamar esto de navidad?
Empecemos por comprender el sentido de la fiesta; aunque
varía de acuerdo a la cultura, la navidad invoca lo mejor del ser humano y su
divinidad.
En términos más espirituales, decimos que la navidad es
símbolo de renacimiento y transformación, por eso es un momento de alegría y júbilo,
a pesar de una triste realidad.
¿Te das cuenta? Tal vez y por causa de la gran crisis que
vivimos, tenemos la oportunidad única de celebrar la navidad en su sentido más
puro.
Por eso, este año, junto con armar el arbolito:
- En vez de tener expectativas de grandes fiestas y formidables regalos, renace… Deja de lado lo que eras y abraza las nuevas oportunidades de ser alguien distinto.
- Experimenta alegría por ser, conéctate de la mejor manera posible con otras personas.
- En lo posible, anima a otras personas a renacer también, a buscar algo distinto en sí mismos y vivir lo que encuentren.
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