¡Adiós, año viejo! ¡Feliz año viejo!
Se puede pensar en un año que se va como un viejo amigo al cual ya no verás más. Así que, antes de despedirte del año que viviste, sería bueno revisar y revivirlo un poco., desde una perspectiva positiva… ¿Cuál fue esa experiencia única que cambió tu forma de ver el mundo? Recuérdela en lo profundo de tu ser, experimentando y vivenciando lo que viste, oíste o sentiste. Reflexiona sobre qué pasó, cómo sucedió y cuánto impactó tu vida. ¿Qué huella dejaste en tus relaciones personales y laborales? Piensa en esas personas tan especiales que hacen parte del tren de tu vida y reflexiona sobre qué cambios ayudaste a que se dieron en ellas y cómo tu vida enriqueció la de ellas. ¿De qué manera te mantuviste saludable? Por un lado, recuerda el empeño en mantener la salud, a pesar de muchos obstáculos y problemas que surgieron. Por otra parte, recuerda cuando, aunque estuviste enferm@, fuiste capaz de mantener tu calma, tu sabiduría y seguiste produciendo de alguna forma.