¿Qué aprendemos de las crisis?
Crisis ha sido una palabra prohibida en muchos medios y yo, en mi
época más osada, solía usarla en
charlas o cursos que dictaba, pues he sentido que ignorar algo es la postura
(mítica) de un avestruz: escondo la
cabeza en la arena esperando que el león se vaya…
En la práctica, lo que he visto es que la crisis no se va porque
tratamos de desconocerla o aliviar su efecto al utilizar nombres como oportunidad. Además, yo y todos los que
hemos pasado por muchas crisis, hemos visto el sufrimiento que eso genera y
simplemente tratarla como una oportunidad, sin tener en cuenta sus efectos
negativos no es digno de lo que realmente provoca.
La crisis es una serie de circunstancias que surgen en nuestro camino
para ayudarnos a movernos hacia la transformación que en algún momento
experimentaremos, destruyendo los apegos y lazos que tenemos hacia el estado
presente o pasado.
La crisis es en esencia nuestra ayudante que nos da fuerza para matar la vaca y cambiar el paradigma
que, por más cómodo que sea, nos impide de crecer.
Utilizar la crisis de forma positiva es aprender de ella. O sea, dejarse
fluir con las pésimas situaciones, con una sonrisa en la cara porque se sabe
que cada escena negativa de la vida es un examen que, superado, hace que el objetivo se acerque más.
Aprender de la crisis es superarla en tal medida que haya real transformación,
por lo tanto, abraza la crisis. ¡Ella es tu gran amiga!
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