¿Se cerraron las puertas? ¡Abre otras!

¿Quién no ha perdido alguna oportunidad? La imagen que me viene es cuando estás por entrar a un sitio, tienes mucho entusiasmo y esperan, y de repente, de forma brusca, las puertas se cierran…

¿Qué harás entonces? Algunos simplemente llorarán o se lamentarán por la oportunidad perdida.

Otros, tratarán de derrumbar la puerta – incluso unos pocos lo harán. En este caso, será una oportunidad ganada de forma dura y difícil, con sabor de sangre y lamentos…

Otros, después de tratar de derrumbar la puerta, desistirán. Se darán cuenta de que les falta mucho o de las injusticias del mundo.

Unos pocos, muy pocos, buscarán otras puertas, ventanas u otras maneras de aprovechar la oportunidad, pues a veces, la oportunidad no surge para que la uses, sino para que aprendas algo y te desarrolles. A veces viene para que aprendas a valorar más lo que ya tienes.

En el universo, no hay oportunidades perdidas; solo existen oportunidades desaprovechadas.


¿De qué forma puedes encontrar otras maneras de aprovechar una gran oportunidad que perdiste recientemente?

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los vicios del alma

Como evitar las trampas del ego

Todo lo que deseas está al otro lado del miedo