Métodos para manejar el tiempo (Sociedad con el tiempo)

Time Management, o Administración del Tiempo, es toda una ciencia moderna. Te ofrece múltiples herramientas y métodos para poder manejar lo que para muchos parece inmanejable: el tiempo, su agenda y productividad. Pero, desde el punto de vista humanista, hay formas efectivas de manejar esto.

Mientras la administración del tiempo se enfoca más que todo en el manejo del reloj y el tiempo de 24 horas por día, generando complejas agendas, el enfoque humanista se concentra en la consciencia del tiempo, la actitud que tenemos hacia él y en hábitos proactivos.

Ya hemos visto algo sobre la consciencia con relación al tiempo. Para manejarlo, lo ideal es un perfecto equilibrio entre comprender la URGENCIA que el tiempo te impone, y la IMPORTANCIA de los diferentes eventos. La correlación entre los dos genera lo que llamamos PRIORIZACIÓN. En otras palabras: tienes un tiempo para realizar todo lo que quieres, al entender la importancia y la urgencia, puedes
Tu vida, cuando el tiempo es tu socio, es un eterno baile
destinar más energía, más tiempo y hacer más pronto lo que sea más urgente e importante, mientras que a los demás compromisos en tu vida, distribuirá el restante de tu energía en la medida de la necesidad. Aunque suena lógico, no es así: fácilmente gastas más tiempo leyendo este blog (¡ups!) que realizando el proyecto que es tan importante a tu empresa... ¿Por qué? Porque en tu consciencia, esta importancia, o urgencia, no están registrados. La consciencia registra no solamente lo que sabe, sino aquello con lo que está alineado según sus valores y objetivos en la vida. Genere varios diálogos con tu propio ser, explicando tus acciones, y estableciendo su importancia y urgencia.

La actitud es vital para el éxito en el manejo del tiempo, especialmente el tiempo colectivo. Una actitud equilibrada que le da importancia al tiempo, pero sin generar estrés, ayuda que la persona gerencie su energía mejor y cumpla efectivamente los compromisos adquiridos. Un reto más grande está en manejar el tiempo colectivo, es decir, no llegar tarde a tus compromisos con otros, o saber lidiar con la posibilidad de que otros lleguen tarde... Esto requiere una forma distinta de pensar sobre el tiempo, donde usas la tecnología para evitar problemas y conflictos, al mismo tiempo que generas la energía positiva que se necesita para que un trabajo conjunto funcione de forma efectiva.

Los dos anteriores se beneficiarán de hábitos proactivos que generes en tu vida. Pueden ser hábitos tan sencillos como el de levantarse temprano o más complejos como el de meditar 45 minutos todos los días en la mañana. Estos hábitos son considerados proactivos porque te permiten energizarse u organizarse mejor, haciendo que el resto de tu tiempo rinda mucho más. Al mismo tiempo, sirven de ancla para tu día, un marco necesario para poder distribuir el intangible tiempo.

Al trabajar más en esto, sentirás que el tiempo no es tu enemigo, sino un excelente socio para tu éxito.

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