De mi corazón
Comunicarse
del corazón no es sencillo. A veces, puedes caer en lo romántico, incluso ser
melodramático: te concentrarás en tragedias y problemas, o tal vez en lo peor
de tu vida. Quizá en sueños que nunca lograste o planes que fueron archivados
hace muchos y muchos años.
¿Y si te
comunicas del corazón de otra manera? ¿Y si expresas la felicidad increíble que
sientes en ver a esta persona? Tal vez puedas expresar el orgullo que
experimentas porque un compañero tuyo logró concluir un difícil proyecto, y el
sentimiento de alegría máximo porque te das cuenta que tu hija o hijo te
superaron en la vida…
¿Por qué no
celebrar el nacer de un nuevo día respirando el fresco aire de la mañana? Será muy
útil si olvidas un poco las recomendaciones de tu salud y tomas un poco más de
sol, o un poco más de lluvia. Abraza aquel extraño que parece tan triste y
saluda a esta persona que está tan seria.
Cuenta un
chiste que anime a los demás y ofrece una sonrisa para aquel que necesita tu
consuelo. Da el brazo a una persona mayor, para que se sienta respaldada. Ofrece
tu brazo a alguien más joven, para que se sienta responsable.
Cuando te
cuenten chismes, cambia el asunto narrando algo fantástico que sucedió en el día. Y si
alguien está preocupado, ofrece un té bien caliente a esa persona. No duermas
sin despedirte de las personas que más amas ni te despiertes sin saludar a la
gente que comparte tu vida.
Comunicarse
del corazón es tan sencillo. Es solo dejar que lo mejor de ti fluya de forma
suave y constante. Hazlo, verás que fácil es.
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