Siendo líder de ti mismo

Si pudieras describirte, ¿cómo lo harías? ¿Cómo es tu proceso espiritual? ¿Un río o un lago? Con Anthony Strano , quien visitó a Colombia y tuve el privilegio especial de acompañarlo especialmente a Cali, donde le traduje, sentí realmente la presencia de un río espiritual - o sea, no solo tiene agua, sino la utiliza y la mueve para dar a otros lo que tiene. En Brahma Kumaris, muchas veces usamos la expresión "personificación", y esa es la experiencia con Anthony, alguien que es la espiritualidad misma en su forma de ser, ya sea en clases o en la compañía personal viajando o compartiendo algo. Entonces, la pregunta que me hago más profunda es: ¿Cómo me convierto en tal río? Lo que me viene a la mente es que el río necesita básicamente de 3 cosas: Agua  - ésta viene de dos lugares básicos, del cielo y de fuentes naturales de la tierra. El cielo simboliza el vínculo del ser constante con Dios (no es solo lluvia, sino el rocío y la humedad misma). Las fuentes de la tie

Hace unos 30 años empecé un camino espiritual que me sacó literalmente de muchas sombras donde vivía a la luz. Pero la luz no es de un solo color - la luz blanca, es compuesta de 7 colores que combinados forman el blanco; llegar a la luz implica normalmente pasar por esos colores. Continuando mis comentarios en el post anterior, mi segundo cambio actual es dejar que el positivismo tome literalmente cuenta de mi ser. Te cuento un poco mi historia. De ser un pesimista, o un "agua-fiestas", pasé a aceptar las cosas. La aceptación te da un poco de optimismo, algo como un "realismo positivo". Fue útil durante muchos años para mi crecimiento personal y para ayudarme en manejar todo lo que hago. Pero, me di cuenta hace unos años que algo faltaba y percibí hace poco tiempo que mi optimismo necesitaba un "boost", un cambio importante. Sí, es hora de ser totalmente positivo. ¿Cómo se hace eso? Aún no creo en una falsa sonrisa en medio de una tragedia. Pref

Hay dos cambios fundamentales por los que estoy pasando actualmente. El primero es evolucionar de la aceptación a la apreciación. La aceptación me ayudó muchísimo. Ahora que escribo un nuevo libro, me doy cuenta que fue la clave para poder salir de las sombras dónde viví buena parte de mi vida temprana y llegar a la luz en la que estoy hoy. Sin embargo, aún el mejor carro un día se vuelve viejo. Hace unos años, fui notando que aceptar ya no era lo suficiente. Un paso más allá es la apreciación - el acto de aceptar con gratitud, amor y el deseo de realmente vivir lo que se está aceptando. Por ejemplo, puedes ir a alguna parte, un jardín, y aceptar las flores y espinas que están ahí. La aceptación evita pensamientos inútiles y negativos, así como perder el tiempo con ideas que no sean adecuadas (como quedar imaginando rosas sin espinas...). Pero, cuando aprendes a apreciar, la belleza de las flores te toca. Igualmente, aprecias el esfuerzo de las espinas en defender las rosas, el cor

Hace poco empezó a venir a mi mente, nuevamente, la idea de mi propósito personal. Es algo que descubrí en el 96, o sea, cumplo 15 años de vivir con un propósito claro en mi vida. Sé que soy afortunado por el mero hecho de reconocer mi propósito. Gran parte de la población humana no sabe qué hace parado en esta pequeña perla azul, en un negro océano. Los pocos que tienen claro su propósito, no siempre lo disciernen de metas personales o de las cosas que debe haber para estar bien. Conocer el propósito no es lo mismo que tener metas personales. Por ejemplo, digamos que estás en Medellín, a pie, y por alguna increíble razón quieres ir a Bogotá caminando por las montañas. Tu meta es clara: llegar a Bogotá. Pero tu propósito no es ese; el propósito tuyo es ir más allá de tus limitaciones, hacer algo impensable o simplemente mejorar tu salud. No confundir con "caminar por las montañas", probablemente tu fuente de placer. Obviamente, ambos son importantes - si no tengo metas