Apreciación...
Hay dos cambios fundamentales por los que estoy pasando actualmente.
El primero es evolucionar de la aceptación a la apreciación. La aceptación me ayudó muchísimo. Ahora que escribo un nuevo libro, me doy cuenta que fue la clave para poder salir de las sombras dónde viví buena parte de mi vida temprana y llegar a la luz en la que estoy hoy.
Sin embargo, aún el mejor carro un día se vuelve viejo. Hace unos años, fui notando que aceptar ya no era lo suficiente. Un paso más allá es la apreciación - el acto de aceptar con gratitud, amor y el deseo de realmente vivir lo que se está aceptando.
Por ejemplo, puedes ir a alguna parte, un jardín, y aceptar las flores y espinas que están ahí. La aceptación evita pensamientos inútiles y negativos, así como perder el tiempo con ideas que no sean adecuadas (como quedar imaginando rosas sin espinas...). Pero, cuando aprendes a apreciar, la belleza de las flores te toca. Igualmente, aprecias el esfuerzo de las espinas en defender las rosas, el coraje e ingenio de ese artificio natural.
Aceptar te protege, pero es la apreciación que te engrandece. Me di cuenta que me había protegido y creado innumerables sistemas de defensa, muy sofisticados y efectivos. Pero ya no me funciona más. Tengo que ir más allá y aprender a apreciar.
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