Arenas movedizas y arenas lentas


Estaba “jugando” con la idea de una arena movediza… OK, tal vez no sea una buena imagen, pues según la percepción general, si alguien pisa una arena movediza, ¡se lo traga la tierra! Por eso la primera regla es REVISAR EL LUGAR DONDE ESTÁS PISANDO.

Sin embargo, si pisas una arena movediza, los movimientos lentos te ayudarán y lo mejor que puedas hacer es quedarte quieto, lo más difícil será que las arenas movedizas te atrapen. Tus posibilidades de supervivencia aumentarán al hacerlo.


Ahora bien, si pensamos en las SITUACIONES como arenas movedizas, podemos extraer algunas lecciones y convertirlas en arenas lentas, un proceso en el que estás cambiando el ritmo de vida y profundizando.

  • Sé siempre cautelos@. Si puedes prever que se avecina una mala situación, no entre en ella así como así; espera un poco, reflexiona, contempla y medita… Si es una arena movediza – algo que se tragará tu energía, tu potencial o tu riqueza – no te metas en ella. Busca alternativas en su lugar.
  • Si sientes que las situaciones ya te están quitando demasiado, disminuye la velocidad de tus movimientos, es decir, sé más reflexiv@ y contemplativ@. Tómate tu tiempo siempre que puedas y habla con alguien de confianza sobre lo que estás viviendo. No te dejes arrastrar por las circunstancias.
  • El silencio hace tres cosas cuando las situaciones son como arenas movedizas: 1) el silencio empodera y aumenta tu resiliencia; 2) el silencio aclara lo que estás pasando y, de esta manera, no tienes miedo, y 3) el silencio sana, ya que muchas veces este tipo de entorno puede lastimarte.

Entonces, ¿estás list@ para convertir las arenas movedizas de tu vida en arenas lentas?

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