Sobre tragedias y oportunidades
Tal vez no podamos evitar las tragedias,
evitar pensar o hablar sobre ellas… Incluso sería irrespeto a vidas que se
están perdiendo, a una economía que parece tambalear.
Tal vez no podamos dejar de pensar en los
seres queridos en riesgo o en nuestro propio futuro… Después de todo, son
nuestros seres queridos y será el futuro en que queremos vivir.
Tal vez no podamos evitar perder un poquito la esperanza… Ella es tan
frágil y muchas veces invoca la equivocada imagen que remplaza el verdadero
esfuerzo que podría llevar a la solución.
Pero sí podemos pensar sobre lo bonito que
pasamos, las enormes y fantásticas oportunidades que van surgiendo e motivarnos
a pensar en lo que sí debemos hacer, pensar y hablar.
Podemos llamar o estar más con nuestros
seres queridos, aprovechar más su presencia en nuestra vida y potencializar el
enriquecimiento mutuo que viene a través de eso.
Todos podemos cuidar más nuestros pasos
presentes, recordando que todos los días vamos generando nuestro futuro, paso a
paso.
Y finalmente podemos abrazar la esperanza,
agradecerle a que nos ayude a mantener la chispa interior encendida de
motivación.
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