Suerte, ¿existe o no?


En su libro, Pensar rápido, pensar despacio[1], Kahneman habla de la suerte, como lo que no se puede prever y que beneficia al asistente. Aunque menciona eso de forma ligera, la tiene en cuenta a la hora de elaborar sus teorías de lo que sucede en el mundo en general y la sociedad moderna.

Pero… ¿es cierto? Realmente ¿entregamos nuestro destino a los vientos y corrientes de la vida, sin un control real? Eso es lo que significa suerte: no tengo control sobre la situación, pero todo me salió bien…

La perspectiva espiritual dice algo distinto: tú tienes el control sobre todo lo que te pasa. Eso conlleva a un fuerte cambio de perspectivas… y si bien es cierto que no tienes control sobre lo que está fuera de ti, al experimentar autocontrol, una de las bases del autoliderazgo, naturalmente controlarás el efecto de esas situaciones y muchas de sus consecuencias.

  • Si todo sale bien – suerte… – tienes la fantástica oportunidad de estar libre de preocupaciones más fuertes y así puedes invertir tu tiempo, energía y dinero en algo rentable, positivo y de largo plazo, así como apoyar a otros. Yo soy un ser espiritual, el entorno y el tiempo me están favoreciendo; déjame preparar para el futuro mientras ayudo a los que no tienen una situación tan favorable.

  • Si no todo sale bien, puedes tomar el soporte de tu positivismo y de lo que esté saliendo bien para manejar lo negativo, sin dejar que la autoestima baje o pensamientos negativas y emociones destructivas surjan. Yo soy un alma; algunas cosas están bien y otras no; déjame enfocarme en lo positivo, revisar mi fortaleza y poder, encontrando soluciones a lo que no va bien.

  • Si la mayor parte de las situaciones sale mal, la espiritualidad te conforta el corazón y te ayuda a encontrar una solución. Yo soy un alma, aunque muchas cosas estén mal, sé que puedo mejorar, siempre puedo mejorar; en realidad, esta es una gran oportunidad para renovarme.

  • Si todo va mal – mala suerte – bueno, aun así necesitas mantener la fuerza y el optimismo, mientras inviertes en soluciones de corto plazo, que te permitan salir de la mala onda que vives. Aunque no parezca, soy un ser de paz, muy espiritual; es hora de reflexionar, de calmarme internamente, tomar el apoyo de familiares y amigos, pero principalmente de mis especialidades, suavizando lo negativo por lo que vivo hoy, desarrollando en mi mente las emociones constructivas de la esperanza, el coraje y la perseverancia.


¡Muy buena suerte! Siempre...



[1] Pensar rápido, pensar despacio fue escrito por Daniel Kahneman, premio nobel de Economía. https://es.wikipedia.org/wiki/Pensar_r%C3%A1pido,_pensar_despacio




Comentarios

MarceloBulk dijo…
Hola, me quiero excusar por dos razones: la primera, el retraso en la publicación y la segunda, la calidad de la letra... no he logrado arreglar eso y lo único sería borrar y empezar de nuevo. Espero que el contenido compense la estética. Un abrazo y gracias por tu comprensión.

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