Visionarios
Parece un poco fuera de moda en tiempos de Internet ser un
visionario. Contrario a épocas pasadas, al parecer ser visionario dejó de ser
especial y no se ve tanta mística como antes, pues se volvió muy común ser
visionario.
Esto es lo que se siente con el caso de Elon Musk y SpaceX:
crear una colonia en Marte está tan explorado y trabajado – incluso hay una
serie de televisión sobre el tema – que no llama tanta atención como debería. Y
no inspira que el gran reto sea buscar miles de millones de dólares…
Porque la belleza de ser visionario es ser inspirado e inspirar:
es un Gandhi quien vence los límites humanos para poner fin a una injusta
colonización o Mandela caminando afuera de su cárcel, sin hablar y aun así
motivando a muchos. Planes, proyectos y recursos son consecuencias pequeñas de
una visión, comparadas al gran efecto de inspirar.
Tal vez sea esta la hora de volver a tener una visión, algo
imposible en el presente momento y que empieces a construir con toda la energía
que tienes, con recursos que no tienes y enfrentando a la oposición con una sonrisa
que indica un éxito que aún no experimentas, pero tienes fe que sucederá.
Es hora de borrar los límites impuestos y autoimpuestos,
cruzar las invisibles fronteras y retar el status
quo. Es hora de reinventar quien soy, quienes somos y quienes son, es hora
de imaginar, reimaginar, soñar, actuar y transformar el entorno.
Inspírate. Inspira.
Comentarios