Equilibrando tu paso espiritual

Cambio provoca caos, y cuando este caos afecta tu vida productiva en el trabajo, tus relaciones familiares o el círculo de amigos en el que vive, entonces empiezas a cuestionarte y a cuestionar tus acciones.

Cuando el cambio es provocado por algún factor externo, es normalmente más fácil de manejar el tema. Después de todo, al menos tu familia y amigos más cercanos te entenderán.

¿Qué decir del cambio espiritual? Por lo general, arranca con base en algo como una enfermedad, una pérdida importante o el rompimiento de una relación. Pero, con el tiempo, la necesidad ha sido satisfecha y aun así algunos siguen en este proceso. Muchos escuchan de familiares "ya estás bien, no tienes que meditar más...".

Si continuas con el cambio, porque sabes que es solo continuando que llegarás a la transformación, arriesgas tu salud social, pues afectará a las demás personas. Eso también puede tener efecto en tu productividad y salud mental.

Junto con el cambio, necesitas algo que te equilibre, ayudando a que tu proceso no hieras ni a ti, ni a los demás, entregándole sostenibilidad a este proceso.

  • Verifica que lo que hagas realmente sea coherente con
    lo que deseas hacer. Si hay incoherencias, busca soporte en tu camino espiritual; el ser no se puede equilibrar mientras no se sienta coherente.
  • Ten clara tu visión futura, pero comprenda tus limitaciones, aceptándolas no como una restricción sino como una indicación de la velocidad que puedes tomar.
  • Tu visión futura debe ir dando resultados en el camino. Si tus cambios no están generando lo que esperabas, conversa con alguien al respecto.
  • Guarda mucha misericordia en tu corazón por los demás que no te entienden. Pero, en lo posible, sé flexible y busca crear puentes entre ellos y tú.
  • No olvides que la vida espiritual se da en el plano físico, donde aspectos como dinero y salud no solo son importantes, sino que pueden volverse obstáculos insuperables un día.



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