Viejo Año Nuevo
Cuando yo era niño, solía esperar que algo pasara indicando el comienzo de un nuevo año y realmente me quedaba decepcionado de que nada sucedía...
Entonces, imagina lo que sentí a la media-noche del 31 de diciembre del 2011, o las cero horas del 1er de enero del 2012, cuando vi... cuando lo vi... ¡AHÍ, SENTADO, DELANTE DE MÍ!
El 2012. Fresquito, enterito, nuevito...
Oops, algo pasa de malo... Este 2012 no está fresquito, ni enterito, ni nuevito. Lo veo envejecido, cansado, ¿borracho? No tanto, pero se le ve muy malo.
- Y ¿cómo querías que yo estuvieras? - me dice, mirándome a los ojos
Lentamente se para y ajusta la cinta que dice AÑO 2012. Mira alrededor de mi habitación y después me mira.
- Entonces, ¿no sabes hablar?
Solo ahí me di cuenta que no había dicho nada.
- Pues, no, digo, sí, lo que pasa es que no esperaba, bueno, no esperaba...
- ¡El Año Nuevo en tu habitación! Ja, pero yo sí tenía que venir, pues eres el último niño que aún cree que el año nuevo es algo físico.
- Solo que no soy un niño...
- Para nosotros, los Años, ¡todos son niños!
Noté entonces una leve barbita recién apareciendo, pero no pude dejar de notar las ojeras, la forma como caminaba casi tropezando en todo y la actitud tan pesimista, tan negativa...
- Pues, ¿qué más quieres, niño?
- Bueno, eres el AÑO NUEVO, ¿correcto? Deberías parecer, pues, nuevo...
- Ja, ¡qué broma! - me mira con ojos de odio - ¡QUÉ MÁS QUIERES! Si me han matado antes de yo nacer.
- ¿Matado? Digo, muerto, matado... pero ¿cómo?
- ¡Ese cuento que la destrucción del mundo, esa cosa que dicen por ahí...!
Ahí todo empezó a encajar. Sí, el 2012 dicen que será de la destrucción, eso oí por ahí.
- Además, todo lo que se espera: la caída del Euro, Europa en ruinas, Estados Unidos gobernado por algún fanático religioso, guerra con Oriente Medio, el hecho de que Brasil no va a ganar el mundial...
- El mundial es en el 2014. - contesté bajito
- ¡PERO ES LO MISMO! Si el mundo acaba en el 2012, Brasil no ganará el mundial.
- ¡Ah!
- Crisis y más crisis, lo único que ven de mí son LAS CRISIS. - casi llorando se acerca de mí, agarra de mi camisa y pregunta - ¿Es que no tengo nada de bueno?
Me quedo sin respuesta por un rato. Claro, lo de Brasil no deja de ser un choque, pero retomo el ánimo un poco, la energía. Miro un libro que tengo y su portada: una mariposa.
- Mira, Don... Señor...
- Puedes llamarme Docecito.
¿Docecito?
- Mira, Docecito, es verdad, tiene mucha gente que piensa como tú dices y que desde meses antes ya está sufriendo. Pero, la mayoría de personas que conozco está pensando en algo positivo.
- ¿Qué?
Me acerco y tomo el libro con la mariposa
- Que el 2012 será un año de transformación, donde saldremos del capullo donde hemos vivido por mucho tiempo. Abriremos la consciencia, encontraremos el propio ser, aprenderemos a amar el prójimo, la madre Tierra y por fin seremos lo que siempre quisimos ser.
Con una mirada escéptica, Docecito me encara.
- No, es serio, mira lo que dices del 2012 ser destructivo, crisis y más crisis, eso tampoco alguien lo preveía antes, ¿correcto?
- Los Mayas...
- Digo la gente que está hoy viva, aquí, presente. Ah, además, creo que muchos dicen que lo que los Mayas decían era lo mismo: será un año de transformación.
- Pero la tristeza que siento de la gente...
- ...es la misma tristeza de una mariposa rompiendo su hogar de mucho tiempo. Tal vez duela, no puedo negar, tal vez muchos preferirían continuar de oruga, es posible. Pero lo que digo es que TÚ ERES EL AÑO MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA Y DE LA VIDA DE TODOS.
No lo vi. El abrazo que me dio, no lo previ, y casi me rompe las espaldas.
Después de eso, se seca las lágrimas, limpia un poco su cara, guarda la banderita de Brasil que había tirado al piso, y empieza a brillar. Antes de desaparecer, me dice algo:
- Gracias. Ahora sé porque eres el último niño que aún crees que el año es algo físico. Gracias.
Después de reorganizar la habitación, me senté un poco y me puse a pensar si realmente sentía lo que había dicho. Sí, las noticias son dramáticas y la tendencia es horrible.
Pero en lo más profundo de mi ser, sí creo que lo que pasaremos es una transformación. Tal vez, solo tal vez, por fin llegó esa hora maravillosa de abrir alas y volar.
Entonces, imagina lo que sentí a la media-noche del 31 de diciembre del 2011, o las cero horas del 1er de enero del 2012, cuando vi... cuando lo vi... ¡AHÍ, SENTADO, DELANTE DE MÍ!
El 2012. Fresquito, enterito, nuevito...
Oops, algo pasa de malo... Este 2012 no está fresquito, ni enterito, ni nuevito. Lo veo envejecido, cansado, ¿borracho? No tanto, pero se le ve muy malo.
- Y ¿cómo querías que yo estuvieras? - me dice, mirándome a los ojos
Lentamente se para y ajusta la cinta que dice AÑO 2012. Mira alrededor de mi habitación y después me mira.
- Entonces, ¿no sabes hablar?
Solo ahí me di cuenta que no había dicho nada.
- Pues, no, digo, sí, lo que pasa es que no esperaba, bueno, no esperaba...
- ¡El Año Nuevo en tu habitación! Ja, pero yo sí tenía que venir, pues eres el último niño que aún cree que el año nuevo es algo físico.
- Solo que no soy un niño...
- Para nosotros, los Años, ¡todos son niños!
Noté entonces una leve barbita recién apareciendo, pero no pude dejar de notar las ojeras, la forma como caminaba casi tropezando en todo y la actitud tan pesimista, tan negativa...
- Pues, ¿qué más quieres, niño?
- Bueno, eres el AÑO NUEVO, ¿correcto? Deberías parecer, pues, nuevo...
- Ja, ¡qué broma! - me mira con ojos de odio - ¡QUÉ MÁS QUIERES! Si me han matado antes de yo nacer.
- ¿Matado? Digo, muerto, matado... pero ¿cómo?
- ¡Ese cuento que la destrucción del mundo, esa cosa que dicen por ahí...!
Ahí todo empezó a encajar. Sí, el 2012 dicen que será de la destrucción, eso oí por ahí.
- Además, todo lo que se espera: la caída del Euro, Europa en ruinas, Estados Unidos gobernado por algún fanático religioso, guerra con Oriente Medio, el hecho de que Brasil no va a ganar el mundial...
- El mundial es en el 2014. - contesté bajito
- ¡PERO ES LO MISMO! Si el mundo acaba en el 2012, Brasil no ganará el mundial.
- ¡Ah!
- Crisis y más crisis, lo único que ven de mí son LAS CRISIS. - casi llorando se acerca de mí, agarra de mi camisa y pregunta - ¿Es que no tengo nada de bueno?
Me quedo sin respuesta por un rato. Claro, lo de Brasil no deja de ser un choque, pero retomo el ánimo un poco, la energía. Miro un libro que tengo y su portada: una mariposa.
- Mira, Don... Señor...
- Puedes llamarme Docecito.
¿Docecito?
- Mira, Docecito, es verdad, tiene mucha gente que piensa como tú dices y que desde meses antes ya está sufriendo. Pero, la mayoría de personas que conozco está pensando en algo positivo.
- ¿Qué?
Me acerco y tomo el libro con la mariposa
- Que el 2012 será un año de transformación, donde saldremos del capullo donde hemos vivido por mucho tiempo. Abriremos la consciencia, encontraremos el propio ser, aprenderemos a amar el prójimo, la madre Tierra y por fin seremos lo que siempre quisimos ser.
Con una mirada escéptica, Docecito me encara.
- No, es serio, mira lo que dices del 2012 ser destructivo, crisis y más crisis, eso tampoco alguien lo preveía antes, ¿correcto?
- Los Mayas...
- Digo la gente que está hoy viva, aquí, presente. Ah, además, creo que muchos dicen que lo que los Mayas decían era lo mismo: será un año de transformación.
- Pero la tristeza que siento de la gente...
- ...es la misma tristeza de una mariposa rompiendo su hogar de mucho tiempo. Tal vez duela, no puedo negar, tal vez muchos preferirían continuar de oruga, es posible. Pero lo que digo es que TÚ ERES EL AÑO MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA Y DE LA VIDA DE TODOS.
No lo vi. El abrazo que me dio, no lo previ, y casi me rompe las espaldas.
Después de eso, se seca las lágrimas, limpia un poco su cara, guarda la banderita de Brasil que había tirado al piso, y empieza a brillar. Antes de desaparecer, me dice algo:
- Gracias. Ahora sé porque eres el último niño que aún crees que el año es algo físico. Gracias.
Después de reorganizar la habitación, me senté un poco y me puse a pensar si realmente sentía lo que había dicho. Sí, las noticias son dramáticas y la tendencia es horrible.
Pero en lo más profundo de mi ser, sí creo que lo que pasaremos es una transformación. Tal vez, solo tal vez, por fin llegó esa hora maravillosa de abrir alas y volar.
¡Feliz Año NUEVO, de mucha transformación!
Comentarios
Asi será , un año de recoger lo sembrado.
de fortalecernos interiormente
de amarnos a nosotros mismo para amar a otros.
Un año hermoso, de retos, pero un año para sacar nuestro guerrero amoroso!