Viejo Año Nuevo
Cuando yo era niño, solía esperar que algo pasara indicando el comienzo de un nuevo año y realmente me quedaba decepcionado de que nada sucedía... Entonces, imagina lo que sentí a la media-noche del 31 de diciembre del 2011, o las cero horas del 1er de enero del 2012, cuando vi... cuando lo vi... ¡AHÍ, SENTADO, DELANTE DE MÍ! El 2012. Fresquito, enterito, nuevito... Oops, algo pasa de malo... Este 2012 no está fresquito, ni enterito, ni nuevito. Lo veo envejecido, cansado, ¿borracho? No tanto, pero se le ve muy malo. - Y ¿cómo querías que yo estuvieras? - me dice, mirándome a los ojos Lentamente se para y ajusta la cinta que dice AÑO 2012. Mira alrededor de mi habitación y después me mira. - Entonces, ¿no sabes hablar? Solo ahí me di cuenta que no había dicho nada. - Pues, no, digo, sí, lo que pasa es que no esperaba, bueno, no esperaba... - ¡El Año Nuevo en tu habitación! Ja, pero yo sí tenía que venir, pues eres el último niño que aún cree que el año nuevo es algo físico. -