Hablando de mezclas...
Después de disfrutar de una bella playa de Mauritius (o Mauricio), pienso en la importancia de aceptar las diferencias de los demás.
Tal vez el miedo principal que alguien puede tener es que al aceptar la diferencia del otro estoy adoptando la forma de ser de la otra persona. En esta bella isla, veo algo muy distinto.
Mauritius es una isla en la que se hablan varios idiomas, pero principalmente está el francés (o criolle, una mezcla de francés con otros idiomas especialmente el hindi) y el inglés. Las vallas de publicidad están algunas veces en francés, en otras en inglés. La población hindú parece favorecer el criolle, pero el idioma oficial el inglés. Agrega a todo esto el saborcito hindú...
Aún así, con toda esta diferencia tan grande, se siente armonía en la isla, en la gente y en sus corazones. Al parecer, aceptaron que los demás tienen sus propias verdades y aprendieron a convivir con ellas.
No significa que adoptan la verdad del otro - mucho por lo contrario, sienten orgullo de sus propias creencias. Pero pueden aceptar que otra persona también vive bajo un código de ética, y que esta ética puede aportar de forma positiva a toda la comunidad.
En unos días, cuando ya salga de la caliente isla y pase a la fría Europa, podré probar en la práctica esta aceptación. Al menos, de mi parte.
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