Siendo líder de ti mismo

Un principio de la excelencia es la misma posibilidad de la persona ser capaz de exceder las expectativas y metas. Sin embargo, muchas veces preferimos la comodidad de lo común (o mediocre), que tiene la atracción de lo fácil y aparientemente "descomplicado". Pero estoy seguro que tú has excedido en algún momento. Este momento de excelencia se queda siempre marcado en nuestra mente: un exámen, una competencia deportiva, un proyecto o un trabajo. La razón es que en realidad, utilizaste una capacidad tuya que no tenías en cuenta y que "apareció" en ese momento. Ahora, imagina por un instante que TODOS TUS MOMENTOS DE VIDA FUERON DE EXCELENCIA . ¿Será posible? Sí, es posible, al menos después de un cierto punto de la vida podrías solamente realizar actos excelentes, pensar de forma excelente y hablar palabras excelentes e inspiradoras. Teóricamente al menos es posible y posiblemente esto pasó con algunos santos o héroes de nuestras historias - lo que llamamos mi

El 18 de enero de 1969 fue una fecha especial, celebrada por miles de personas alrededor del mundo. Fue el día en que Prajapita Brahma falleció. Más que celebrar un fallecimiento, lo que se celebra es la increíble posibilidad de un ser humano llegar a ser tan elevado espiritualmente. Como mostró Madre Teresa recientemente, los seres que realmente han llegado a un estado espiritual superior suelen morir sin tanto reconocimiento, pero más tarde son recordados e imitados. Dentro de Brahma Kumaris - su obra en vida - creemos que Brahma llegó a la perfección. No solo esto: que cada uno de nosotros puede llegar a esta misma perfección. Y el comienzo de ese sendero de perfección es ser capaz de transformar mi estado espiritual. Generar un estado específico es posible. Un estado espiritual es un estado de espíritu donde el ser experimenta algo distinto a lo físico. Dentro de la realidad material, es posible experimentar la realidad espiritual, metafísica e intangible. Esto sucede a ot

No hay dudas sobre el efecto sicológico que tiene el cambio de año. La expectativa que se va acumulando en la atmósfera del mundo, las promesas hechas o pensadas, las fiestas y toda la coreografía que nuestra civilización se inventó aumenta aún más este efecto. Pero, un día, finalmente llegamos al famoso 31 de diciembre... Lo pasamos... Llegamos al 1er de enero... Lo pasamos... Y ahora, ¿qué? Como si fuera una especie de "resaca" interior, estoy seguro que muchas de las personas más concientes se ponen en la tarea de revisar a ver si algo realmente pasó. Y la respuesta es NO. No, al menos en términos de cambio de año. No, al menos en términos de cambios definitivos. Los cambios provocados por factores externos suelen ser temporales, no definitivos y tienden, según muchas experiencias, a desaparecer cuando estos factores dejan de existir. Si los factores duran por más tiempo, es posible que este cambio pase a ser parte del ser, pero siempre habrá la posibilidad de