Siendo líder de ti mismo

Los años pasan y por ahí dicen que pasan cada vez más rápidos. En una de las escuelas de Brahma Kumaris, el título para la conferencia era algo como SE NOS VINO DICIEMBRE... Y esta es la sensación que muchas personas comparten conmigo - de como el tiempo se aceleró. Si es verdad o no, dejo para que usted decida. Lo que es cierto es que cada vez es más difícil a jóvenes o viejos discernir qué sucedió cuándo. Los años se mezclan en el agitado ritmo que marca el comienzo del fin del primer decenio de este siglo tan esperado, tan deseado y para muchos, tan decepcionante; si el siglo XX fue marcado por las barbaries, el siglo XXI arranca como un siglo sin novedades, sin los cambios que deseábamos tanto. Son finales de año cada vez más rápidos y caóticos - yo mismo haré un viaje no planeado, así que tengo que comprimir 20 días de trabajo esperado preparando algo importante para el 2010, en una sola semana. Recuerdo que hace unos años tenía la iniciativa de desde esta época hablarle a todos F

Uno de los libros que más me impactó fue Uno, de Richard Bach. En esa obra, él comenta sobre el destino que seguimos y las diversas posibilidades de destinos que podríamos haber seguido. Nuestra vida es compuesta de diversas decisiones que hemos tomado. Si pudiéramos volver en el tiempo y cambiado una decisión - aunque fuera pequeña - sin duda, nuestra vida como un todo sería distinta. Igualmente, cuando tomamos una decisión realmente no hay reversa en ella. Aunque más tarde, yo reflexione y decida cambiar lo que decidí, las marcas de esa decisión están impresas en el alma y no me abandonarán. De ahí la importancia de tomar decisiones de forma correcta. Los ocho poderes pueden cooperar en el tema, a través de 3 de esos: Discernimiento (la capacidad de discriminar los diferentes escenarios de mi vida), Juzgar (tomar la decisión en sí misma y ponerla en la práctica) y Enfrentar (con el cual soporto el efecto de las decisiones tomadas). En mi experiencia, discernir es más complicado de lo